Abrir las almejas
Colóquelas en agua con
sal y déjelas en remojo durante una hora. Se sentirán como en casa, se abrirán
solas y soltarán toda la arena que llevan en su interior.
Congelar marico
Con el marisco, es mejor seguir
ciertos cuidados. De esta forma, es preferible congelarlo después de haberlo
cocido. Además, no conviene congelar almejas, chirlas ni mejillones. Son tan
delicados que terminarían estropeándose.
Guisantes en su puto
Añada, al agua de cocción,
una cucharada de azúcar. Así quedaran más verdes y resultarán deliciosos.
Lechugas frescas
Si ha perdido algo de
frescura, solo tiene que ponerla en remojo en agua con un par de patatas crudas
troceadas. Cogerá textura y una apariencia más fresca.
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